lunes, 14 de noviembre de 2011

Amiga de una conocida

Noviembre 18/2009 [16]
El mundo se vuelve pequeño y contradictorio, el aire es mas pesado y cuesta respirar...
Apenas soy un simple espectador de el gran show que esta pasando adentro de mi cabeza.
Que curioso verte en el edificio donde trabajo, teniendo el mismo frió que yo, y yo compartiendo el mismo
frió que tus amistades, el mismo aire, un mismo propósito para contigo... ganar un lugar ahí, en tu pecho;
La gravedad del asunto es que hice lo que dije que nunca haría hasta que fuera grande,
la verdad es que se siente tan bien poder contar con alguien en quien nunca pensaste llegar a cruzar
una sola palabra... mucho menos un beso, mucho menos un "me gustas", mucho menos pasar la tarde
encerrados en el taller de un desconocido, mucho menos tocar con mi banda en un show sin sentido,
mucho menos sentirme negado ante sus amistades, mucho menos sentirme tan bien...
Me gusta esa pregunta que muy a menudo hace la gente intentando de acercarse mas y mas a los tesoros
mas preciados de la mente de las demás personas, algunos preguntan con la intención de hacer sentir
menosprecio, algunos solo son curiosos... otros simplemente la hacen para ser el centro de atención
cuando algún otro curioso quiera informarse... En este preciso momento solo podría responder una cosa
si se me hiciera esa pregunta del millón que todos desean saber: "No, Pienso que cada humano esta por su
cuenta y bajo sus propios riesgos y términos... en teoría, estamos solos... bueno, valga la redundancia:
si el hecho de estar solos es que se pace todo un día esperando por ese momento, para verla e ir a traerla
al trabajo con esa conocida en ese carro rojo después de haber tenido una platica un poco tanto interesante
acerca de la vida y las personas, y haber compartido un helado de café, Y, haber pasado todo el día tratando de reunir aquellos amplificadores que después tardaría horas preparar para poder tener contenta a esa persona que tanto admira a esta conocida, Para ir adentro de ese vehículo casi sobando su cabeza y dando caricias que eran bien recibidas y correspondidas, para aguantar las miradas de la gente hacia su amiga por apenas tener ropa en ella, la cortada en su dedo sin querer con ese cuchillo enorme el cual cortaría ese pastel un poco nada de buen gusto y muy caro por supuesto que ella misma saco de su bolsillo para poder pagarlo sin pedirle nada a nadie y que lamentablemente luego seria un motivo de tirarle pastel a tu compañero mas cercano". Yo solo contesto con sinceridad y valga la redundancia todo ha comenzado con esa tercera persona, aquella que hablo bien de mi en algún momento y que tu, tu simplemente admiras... Aquella del
mes numero once y día catorce.

No hay comentarios:

Publicar un comentario